No sé dónde poner a mi primo. Pues que se encargue de la tienda online

(Basado en hechos reales vividos en Logocomunica, cambiaremos los nombres y los parentescos para no herir las sensibilidades de los posibles aludidos).

Esto es lo que muchos empresarios hacen cuando quieren ayudar a un familiar que trabaja en su empresa (a veces es el primo, otras veces la mujer, otras el hermano…) pero realmente no saben en que puesto colocarle o que cargo asignarle porque no tienen la formación adecuada o  la experiencia necesaria. “Nada, que se encargue de la tienda online que esto de internet se le da bien”. Aunque también he visto casos de familiares que además no saben nada de internet.

Cuando el primo recibe la noticia piensa “moooola, voy a llevar la tienda online de la empresa de mi primo. Es un trabajo divertido (jajajaja pequeño iluso), además yo estoy todo el día con ‘el feisbuc y el tuiter’ (se acaba de autonombrar community manager de la empresa) y podré ‘mover’ la tienda por ahí para que la vean mis amigos, que tengo más de mil” (evidentemente espameados y seguramente poco cercanos al público objetivo de la empresa).

Hasta aquí todo es felicidad y alboroto hormonal, adrenalina y otras sustancias (siempre naturales, salvo algún caso perdido).

Las pegas vienen cuando entran con el  mundo real y tienen su primera reunión con el partner e-commerce (unas veces la tienda ya está en funcionamiento y otras muchas el pedazo de reto para el insensato familiar es crear el proyecto desde cero)

Preparan con ilusión la reunión contándosela a sus amigos del “feisbuc”. “Mañana vienen los proveedores de nuestra tienda de internet” (me encanta el concepto retro de la palabra ‘proveedor’ escuchada en boca de este tipo de personajes). Y por supuesto a la reunión no  viene ni el gerente ni nadie del  equipo directivo, porque confían ciegamente en su primo que siempre está en el “feisbuc”

Evidentemente en estos casos es más culpable el  propio gerente que el pobre primo y demuestra muy poco conocimiento en la materia y muy poco interés por el desarrollo de su empresa en internet, pero de  todo ha de haber en la viña del señor, como decía mi abuela.

La primera en la frente cuando le preguntas “bueno, háblame sobre vuestra propuesta de valor y vuestro target”.  En ese momento su cara cambia y a modo de Homer le sale un “bocadillo” de su cabeza con una jarra de cerveza en su interior a la vez que su subconsciente dice algo así como “tenemos el mejor producto y el mejor precio”.

Automáticamente  piensas “me juego un brazo a que este es el primo”. Así que respiras hondo y empiezas a hablarle un poco del mundo de la empresa y de internet, hasta que te das cuenta que el “bocadillo” ha cambiado y ahora en lugar de la jarra de cerveza hay un violín tocando a toda pastilla.

Cambias la estrategia y pruebas a preguntarle por sus objetivos a corto y medio plazo, y el tipo te suelta decidido y con las ideas muy claras “joder Echaleku, mi objetivo es vender más y ganar ‘pasta’”.  Y piensas  “seré bobo, cómo no lo había pensado yo antes jejeje”.

Así que en un intento de sacar de dónde no hay le preguntas “¿y qué vas a hacer para conseguirlo?”. Pero ya preguntas sin ganas, como si supieras la respuesta, que efectivamente es la que todos estáis pensando: “haré lo que sea, quiero que la web esté primera en Google y en todos los sitios, que nos vea todo el mundo”. Y para rematar la jugada le preguntas “claro, y además gratis, ¿verdad?”. La respuesta ya la sabéis jajajaja. Algo así como “claro, ¿esto de Google no es gratis?”, y ya te mata.

Es el momento de plegar velas, cerrar la libreta (o el iPad) y decirle, “mira, te lo vamos a estudiar con detenimiento y para la próxima reunión intentamos que esté también la dirección de la empresa, ¿vale? Así podremos ir pidiéndoles información y verán que estás llevando el proyecto con soltura. ¿Te parece?” (evidentemente no es una pregunta con opción A o B, si no un ‘todo o nada’).

En estos casos, lo que recomiendo es intentarlo una vez más si finalmente acude la dirección de la empresa para intentar ayudar al primo dándole formación y en caso contrario abandonar el proyecto y ahorrarte muchos disgustos y malos tragos.

Este post está dirigido a mis compañeros de profesión que se verán reflejados en muchos casos, a los gerentes de empresas para que se piensen lo  de sus primos antes de tomar esa decisión tan importante para el futuro de su empresa y a los primos para que sepan que ese cargo es de máxima responsabilidad y tienen la obligación de ponerse al día y aprender todo lo que puedan para no fallarle a quien  le ha dado esa oportunidad.

13 comentarios en “No sé dónde poner a mi primo. Pues que se encargue de la tienda online”

  1. Ja, ja, Javier… Me encanta tu manera de contar las “anécdotas” de trabajo para abrir los ojos de algunos. El tono cómico para contar las situaciones absurdas que se crean en este sector es lo mejor para que nos veamos reflejados estando a un lado u otro de la mesa… Todo esto viene un poco heredado de lo que pasaba hasta ahora en el mundo del diseño (imagino que conocéis El Gran Circo del Diseño), trasladado al mundo online.
    Enhorabuena Javier, tu blog “mola” mucho 😉

  2. Pingback: A tu futura tienda online no la llames “sencilla” cuando quieres decir “barata” « Javier Echaleku

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