¿Por qué existe mi blog?

Este mes se cumple el 5º aniversario de la creación de mi blog y quería celebrarlo escribiendo este post.

Mucha gente me ha preguntado sobre las motivaciones que tuve al crear mi blog y por las que me hacen seguir adelante con este reto. Hoy en día no me imagino mi vida profesional sin escribir en él, pero esto no siempre fue así. Os cuento la historia.

Cuando quebró mi antigua empresa de diseño y fabricación de calzado, allá por el año 2006, no tuve más salida que buscarme la vida trabajando por cuenta ajena para obtener unos ingresos estables que me ayudasen a salir de aquél problema. Pero además estaba embarcado en un proyecto propio que acababa de lanzar (www.yoloflipo.com) y que requería una gran parte de mi tiempo. Era un momento complicado ya que, por un lado no quería trabajar para nadie, pero por otro iba a ser imposible que en mi situación pudiera emprender de nuevo hasta liquidar toda la deuda anterior.

En aquél año empezaba a dar guerra la red social profesional Neurona (posteriormente absorbida por Xing), y me di cuenta que aquello de poder contactar con cualquier persona, de la que podías ver su currículum online, iba a ser algo muy potente en poco tiempo.

Pero no quería conformarme con tener el currículum en la red social, sobre todo porque era algo tan nuevo que no me fiaba de su perdurabilidad en el tiempo, así que pensé, ¿Por qué no me hago mi propia página web y la uso como currículum? Así que dicho y hecho, en agosto de 2007 (hace ahora 5 años) registré el dominio echaleku.es y subí mi currículum en html, para que fuera más fácil vincularlo a mi perfil de Xing y para moverlo por empresas y contactos. No era un gran diseño, ni mucho menos, pero no me preocupaba, lo que quería era empezar a dar pasos.

También, solo 3 meses antes, en mayo de ese año, registré mi perfil de Twitter @echaleku, aunque nunca lo usé hasta por lo menos 4 años más tarde.

Aquella página en html con mi currículum pronto se me quedó corta y rápidamente migré a un primitivo WordPress, momento en el que oficialmente se puede decir que tuve mi primer blog. A pesar de ello no era muy asiduo a escribir y a penas colgaba un post al mes (si llegaba) y no era prácticamente leído por nadie, salvo por la gente a la que le mandaba el link para que vieran el currículum.

Eso si, la acción funcionó, y entre Neurona y el blog conseguí los contactos necesarios que poco después serían decisivos para la aventura que iba a iniciar cuando crease Logocomunica. Aquella nueva aventura se inició cuando terminé de liquidar mis deudas de la otra empresa, un año más tarde, momento en el que fui abandonando el blog, salvo por un par de posts que puse en 2010, ya que no podía dedicarle demasiado tiempo. Podría decirse que en esa época era un blog totalmente inactivo.

Lo que me impulsó a retomarlo fue una conversación en Madrid con Carlos Bravo (@carlosbravo), en la que me “picó” a darle caña a los contenidos y a mi olvidada cuenta de Twitter, con el argumento de que me ayudaría a darme a conocer y por tanto a impulsar la consultoría de eCommerce. Aquella charla fue hace ahora un año, en agosto de 2011, y nos comprometimos mutuamente a escribir un post cruzado para publicarlo cada uno en el blog del otro.

Yo escribí en marketingguerrilla.es un post sobre crear una tienda online si estabas empezando con el eCommerce y Carlos escribió en el mío un post que hablaba sobre publicidad en display para tiendas online. También puse en marcha mi cuenta de Twitter en la que me dediqué a hablar de eCommerce y a contactar con gente interesante para aprender de ellos.

Aquello empezó a gustarme, además el post que escribí en marketingguerrilla tuvo muy buena aceptación (a fecha de hoy ya lleva más de 500 RT), claro está que Carlos tenía muchas más visitas y seguidores que yo, sobre todo en aquella época que yo estaba empezando esta aventura bloguera, pero me picó el gusanillo. Sin embargo el post de Carlos que publiqué en mi blog no tuvo tanta aceptación, no porque su artículo no fuera de calidad, que si que lo era, si no porque yo tenía tan pocas visitas que llegó a muy poquita gente.

Sin embargo, el siguiente post que escribí fue algo totalmente imprevisible que se escapó a todas luces de mi control. Solo un mes después de publicar el de Carlos, escribí “yo me arruiné emprendiendo” en el que conté mi aventura con la empresa de diseño de calzado que tuve que cerrar con deudas.

Sin apenas followers en mi Twitter y con el blog en un número muy pequeño de visitas diarias, la mañana del sábado 1 de octubre de 2011 me desperté pronto y me decidí a poner un tuit que titulé igual que el post y al que coloqué un enlace para que la gente pudiese leer el texto completo. Cerré el ordenador y me dispuse a iniciar el día.

No había pasado ni un minuto de cerrar el ordenador y en mi móvil empezaron a llegarme alertas de RT y de nuevos followers en Twitter. No entendía que estaba pasando, pero por lo visto a la gente le gustaba el post y lo retuiteaban, cosa que empezó a producir un efecto en cadena, que nunca hubiera imaginado, en el que además empezaron a poner comentarios en el blog, a cual más emotivo.

En menos de dos horas de la publicación del post, el servidor se vino abajo de la gran cantidad de peticiones que estaba teniendo al mismo tiempo y tuve que llamar a mi compañero Diego (@diego_mestre) para que lo levantase y le diera más capacidad, por lo que pudiera pasar a lo largo del día.

Por si aquello no fuera bastante, alguien publicó el post en el conocido portal de noticias Meneame, y las visitas, RT’s, nuevos followers y comentarios se multiplicaron de manera exponencial a una velocidad increíble. Se estaba convirtiendo en viral.

A lo largo de la mañana ya estaba como Trending Topic en Twitter y llegó a la portada de Meneame. En ese fin de semana tuve más de 40.000 visitas en el blog y ya se había compartido más de 2.000 veces en las redes sociales. A fecha de hoy ese post ha sido compartido más de 5.000 veces.

No me podía creer lo que estaba pasando, era increíble, pero lo más impresionante era leer los comentarios de la gente y ver como un simple texto contando una historia personal podía aportar tanto a tantas personas que habían pasado situaciones similares.

Aquello me hizo sentir muy feliz por ver que, simplemente compartiendo experiencias, podía aportar valor a otros y además podía aprender mucho de los comentarios que me hacían por el blog y por Twitter.

Con aquella experiencia, mi forma de ver el blog cambió radicalmente y me motivó a ser más activo y a escribir más historias y experiencias, tanto personales como de vivencias empresariales o de comercio electrónico.

Esto obligaba que tuviera que ser más riguroso a la hora de hablar de los temas, debía hacer el esfuerzo de prepararlos antes, de estudiar más y de conseguir mejorar los contenidos poco a poco. Cada día que pasaba iba teniendo más lectores y por tanto la exposición personal era mayor, lo cual me hacía ser más responsable con el tipo de información y temas que debía tratar.

Hoy en día ya no imagino mi vida sin el blog, es como una extensión de lo que pienso y de lo que me ocurre. Es una ventana abierta a compartir todo aquello que me pasa por la cabeza y con lo que puedo hacer llegar a mucha gente mis ideas, mis dudas y mis experiencias. Es un catalizador para seguir aprendiendo y mejorando día a día.

Desde aquél post que tuvo tanta repercusión no he parado de escribir. Está claro que ninguno de mis siguientes artículos ha tenido aquella impresionante difusión, pero todos han sido muy enriquecedores para mi y me han hecho aprender mucho con la preparación de los temas y con los comentarios de la gente que los ha leído.

Ahora que se cumple el quinto año de la creación del blog y el primero de la actividad constante del mismo, quiero aprovechar para agradecer a todos los lectores y seguidores que han compartido los artículos y que han comentado, muchos positivamente y otros no tanto, ya que gracias a todos he ido aprendiendo mucho sobre redes sociales y gestión de blogs.

También quiero agradecer a Carlos Bravo que aquél día me motivase a darle caña a todo esto ya que sin ese café probablemente este blog hoy no existiría.

Pero sobre todo quiero agradecer a mi equipo de kuombo (@kuombo) que me ayuda con el blog, a mi cuñada Elisa que me vició y ayudó con Twitter, y en especial a mi ex-mujer Laura (@lauracastll) que, con gran dosis de comprensión, lee todos los artículos, me da su sincera opinión y valora que le dedique tantas horas a escribir, incluso a veces robando el tiempo de mi vida personal.

Os recomiendo probar la experiencia de escribir vuestro propio blog, es apasionante 🙂

13 comentarios en “¿Por qué existe mi blog?”

  1. Pingback: Mamá, quiero ser bloguero. Un blog para marketing personal | Javier Echaleku | CEO de Kuombo | Pasión ecommerce

  2. Javier, creo que tu blog tiene el éxito que tiene por tu implicación personal en él. Hay muchos blogs sobre ecommerce, pero en pocos se ve como el autor se expone completamente hablando con sinceridad de sus éxitos y fracasos.
    Gracias.

  3. Gracias Val. La verdad es que a veces lo he pensado ¿No me estaré exponiendo demasiado? Y luego pienso ¿Y qué más da? Yo soy así, así pasó, y así lo cuento 😉
    Muchas gracias por tu comentario.

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