“Por tanto queda demostrado, su señoría, que el link building por el que ha pagado mi cliente no está hecho”, argumentaba el abogado de la acusación a la juez en su alegato al final del juicio.
Se notaba que, ni el abogado entendía lo que estaba diciendo, ni la juez era capaz de comprender absolutamente nada sobre este asunto. El pobre letrado, en su ignorancia sobre la materia, intentaba demostrar que se habían “puesto” pocos enlaces a su web en el primer mes de apertura de la tienda online de su cliente. Además, este razonamiento fue apoyado por un perito que, con conocimientos de hace cinco años y sin reciclar, intentaba explicar el link building como una “negociación” entre dos sitios web para intercambiarse enlaces y que, por ello, Google les “premiaría” a los dos.
Yo, pacientemente sentado en la sala, escuchaba incrédulo tan cómica escena. Imaginaba en mi cabeza la manera de explicarle a la agotada juez en qué se basa Google para posicionar las páginas web y pensé: ¿y si se lo explicase yo como si no existiese Google?
-Su señoría olvídese por un momento de que existe Google, ¿qué cree que le dará a usted más credibilidad como juez? ¿Que parezca buena en su trabajo o que sea realmente buena? Evidentemente su señoría me va a responder que lo más honesto es ser realmente buena en su trabajo, lo cual implica que otros jueces hablen de usted y que la mencionen en la jurisprudencia por sus justos veredictos y la tomen de ejemplo. Y si, además, llega a tener presencia en los medios de comunicación para exponer su conocimiento, explicar casos o ayudar a resolver asuntos gracias a su experiencia, el tiempo irá posicionando su nombre en un lugar de referencia en su sector.
La asombrada juez replicó: “pero eso es cuestión de años y mucho trabajo y, además, no sabría ni por dónde empezar”.
-Ahora empezamos a entendernos, le respondí. Imagínese que yo la puedo ayudar. ¿Quiere? Le voy a ofrecer dos servicios.
El primero consiste en aconsejarla en los pasos que debe de dar para que se produzca lo que hablábamos antes, haciendo de relaciones públicas para que se conozca su trabajo, basándome en la experiencia y en el “prueba y error”. Por su parte usted me ayudará a conseguirlo gracias al conocimiento que tiene de su sector.
El segundo servicio consiste en ir directamente a otros jueces, para negociar con ellos, y que hablen bien de usted a cambio de que usted lo haga de ellos. Esto último podemos complementarlo con darle regalos a los medios de comunicación para que cuenten con usted en sus espacios. ¿Qué le parece? ¿Cuál elige?
Su señoría, con las ideas más claras, contestó rápidamente: “Lo segundo no parece muy legal ya que estamos hablando de los delitos de cohecho y tráfico de influencias, además no es real, estaría comprando mi prestigio. Es más, si el sistema permitiese esto, otros jueces peores que yo también podrían usar esta técnica para manipular los resultados y conseguirían sus objetivos”.
-Pues no tengo nada más que alegar, su señoría. No hay más preguntas.¡Muchas gracias!
Ahora, si estás liderando un proyecto de comercio electrónico y quieres mejorar los resultados, conoce el Plan de Mejora Continua de Kuombo y no dudes en contactar con nosotros.
Lo mejor que he leído sobre linkbuilding. Pedagógico y además manteniendo el interés hasta el final. Hablar.de linkbuilding y además servir de ejemplo de storytelling: muy bueno.
Gran manera de plasmarlo.
Me ha gustado mucho.
Enhorabuena.
Buen post, creo que el mejor linkbuilding es crear buen contenido y darlo a conocer de forma orgánica. se reiran de mí los puros en SEO 🙂
Buen artículo Javier. En muchas ocasiones es complicado explicar el trabajo que desempeñamos y por qué lo hacemos así y en el ejemplo queda muy claro 😉
Me encanta la visión que has trasladado del linkbuilding, explicando las buenas practicas desde un ejemplo juridico, lo dicho una pasada.
Como bien dices el buen linkbuilding no consiste simplemente en comprar recomendaciones y enlaces, sino más bien en un trabajo de relaciones publicas, marca y trabajos de calidad, aunque por desgracia muchas veces se opta por la via rapida. 🙂